Comparto con uds una frase que alguien me regalo durante esta mañana de jueves mientras daba clases,
asi que gracias Gloria querida por retomar el diálogo y ser tan amante de las cosas bien dichas.
Y lean despacio y atentamente ya que esta tan cierto lo que Berger acá plantea.
Cuando es recíproco, el deseo es una trama urdida por dos, y enfrenta o desafía todas las otras tramas que determinan el mundo. Es una conspiración de a dos. El propósito es ofrecerle al otro un respiro que aplace el dolor del mundo. No la felicidad, pero sí un respiro que alivie al cuerpo del riesgo enorme de sufrir dolor. En todo deseo hay compasión y apetito: ambos, no importa su proporción relativa, se entretejen. El deso es inconcebible sin una herida. Si hubiera seres sin heridas en este mundo, vivirían sin deseos. Entonces, esta conspiración intenta crear, juntos, un lugar, un locus, una exención, necesariamente momentáneo, que nos libre de las lastimaduras sin sosiego de las cuales la carne es heredera.
Jhon Berger. Un otro lado del deseo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario