miércoles, 12 de mayo de 2010

Para vestir santos: otra televisiòn es posible.

Lo escribì hace unas semana para la revista El Vernàculo y hoy a horas de la 4ta entrega de este interesante unitario bien vale la pena recordar estas palabras escritas...
Y por que uno es fan y ademàs cuando hay buena televisiòn hay que celebrarlo...
 
 
 
 

Zona de clivaje: Para vestir santos desnuda el cuerpo femenino.

 

 "Vea argentino que también es bueno" decía  el slogan con el que invitábamos a ver Ciega a citas en la anterior columna y es con el que podríamos invitar  a ver el nuevo unitario de la factoría Polka/ Canal 13 Para vestir santos estrenado la semana anterior agregándole otro adjetivo que podría ser "y de calidad". Como vemos otra televisión es posible y cuando se tienen ganas, se arriesga con creatividad e inteligencia se pueden hacer buenos productos. Y el espectador los mira gustoso.

Nadie va a descubrir que los unitarios del Canal 13 son el producto más cuidado, más pensado y que apunta a un público que no mira el resto de la programación del canal, es por ello que desde el desembarco de Marcelo Hugo Tinelli siempre se guardo un día particular para que dicho producto sea emitido. Y es una ficha ganadora siempre aunque a veces no haga grandes números de rating. Salvo los cambios intempestivos de horario de Socias ese lugar es donde habita la calidad artística, estética y experimental del gran canal argentino. El resto por lo que vemos apela a fórmulas probadas y ganadoras. Después que Trátame bien nos asombrara con las vicisitudes de una familia de clase media pscionalizada donde los niveles de calidad sumaban puntos gracias a su elenco protagónico era complicado redoblar la apuesta y sorprender.

Pero quien no arriesga no gana y por lo visto en el primer envío de Para vestir santos es posible sorprender, hacer cosas inteligentes y estéticamente bellas gozando del favor de la critica y del público.

Los puntos fuertes del unitario son los mismos que marcamos para Ciega a citas de quien en un tiempo no muy lejano podremos ubicar en cercanía estética y narrativa (y que podríamos encuadrarla en la etiqueta, no muy creativa, pero posible de Nueva televisión nacional).

Pero la gran sorpresa que nos entrega Para vestir santos es su autor y su género que nunca transitaron los carriles del mundo catódico: Javier Daulte experimentado y reconocido director de teatro (sus puestas de Nunca estuviste tan adorable, ¿Estas ahí?  Criminal y Un dios salvaje solo por nombrar algunas) entrega una historia interesante que transita distintos géneros que mixtura en dosis interesantes y homeopáticas ( el humor negro, el absurdo y lo tragicómico) con diálogos creíbles, generacionalmente cercanos y fundamentalmente inteligentes.

Es a partir del libro de Daulte y su indagación sobre el universo femenino que todos los otros campos aportan para enriquecer las historias que empezarán a desandar estas tres hermanas a partir de la muerte de la madre.

Las actuaciones, el diseño de arte, la iluminación y hasta la cortina musical se encaminan para mostrar/ contar/ enfocar ese desanclaje afectivo, amoroso del cual son victimas (y a veces victimarias) y a ese desclasamiento que estas dulces criaturas empezarán a sentir desde que la madre este a seis metros bajo tierra.

Una inteligente propuesta con citas/ homenajes a otros discursos, a otras texturas narrativas que apuestan a la cabeza pero por sobretodo al corazón.

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