jueves, 9 de octubre de 2008

Requiém para el mejor de todos.

Ante la muerte uno tiene muy pocas respuestas, pocas palabras, tan
sólo la bronca y la rabia por el ser querido que acabamos de perder,
que se acaba de ir a otros lugares.
Y más si el que se acaba de ir fue uno de los que ayudó a entender, a
pensar y a aprender a describir las complejas relaciones de la cultura
y la sociedad.
Yo admiraba a Casullo, lo consideraba un gran intelectual y pensador,
pero sobre todo me parece un excelente profesor. Más allá de sus
libros (que debo tener casi todos en mi biblioteca y algunos más que
fui regalando a gente amiga y querida), de sus opiniones, de sus
columnas( las últimas pese a ser muy defesoras del gobierno K, no
dejaban de ser brillantes y nunca creo yo, cayeron en el simplismo de
muchos otros, en la injuria de bodegón de algunos más) lo que yo
valoró mas son sus clases.
Tuve la dicha de tener un curso completo con él en esa Maestría nunca
acabada por mí pero que me dejó la posibilidad de encontrar a pocos
docentes que supieran explayarse sobre un tema, saber sostenerlo por
más de una hora de clase y que en ese mismo intento supieran
transmitir pasión.
Y eso tenía Nicolás pasión, pasión por el pensamiento, por la cultura,
por la cátedra docente ( a la que veneraba como pocos lo hacen en la
Universidad Argentina) y por trasmitir a sus alumnos algo más que
citas importadas.
Las paso a todas y estuvo en el frente de batalla siempre.
Te extrañaremos por la simple razón que quedan muy pocos de su raza,
casi ninguno.
Por eso la bronca,
Por eso la rabia
y saber que nos quedan sus textos.
Les dejo para aquellos que no saben quien fue Nicolás Casullo un data
sobre su biografá personal e intelectual. Y a leerlo por que es un
placer.
Gracias por trasmitirme un ejemplo de como debe ser un docente universitario!!!!

Para saber algo más de Casullo:

Nicolás Casullo, que falleció hoy a los 64 años, fue artífice de una
obra en la que se dedicó a repensar la función del lenguaje y las
palabras además de desarrollar una crítica cultural que cuestionó los
paradigmas dominantes de la sociedad contemporánea. A continuación,
algunas de sus opiniones, publicadas por este diario:

Casullo dedicó gran parte de su obra a cuestionar las investigaciones
académicas acotadas, rutinarias y serialesMilitante de la palabra,
intelectual ligado al reciente grupo Carta Abierta, que defendió los
postulados del gobierno de Cristina Kirchner frente al conflicto con
el campo, Casullo tuvo un compromiso social y político durante la
época de los 70 que lo condujo al exilio. Un compromiso que prosiguió
a su regreso al país siempre a través de la discusión, las clases y
sus escritos.

En su ultimo libro "Las cuestiones" (2007), "Casullo aborda el tema de
la violencia a partir de una carta del filósofo Oscar del Barco que
golpeó mucho entre la intelectualidad porque planteaba el 'no mataras'
como eje de la discusión, un tema que el retoma y desarrolla aún más",
recordó hoy el filósofo José Pablo Feinmann.

Este investigador y académico, ganador del Premio Konex 2004 al Ensayo
Filosófico, fue un defensor de lo que denominaba la "crítica de la
sospecha" o la "crítica radical" encarnada por Jean-Jacques Rousseau,
Karl Marx, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, György Lukács, Karl
Kraus, Theodor Adorno, la Escuela de Frankfurt y gran parte del
romanticismo.

Profesor titular e investigador en la Universidad de Buenos Aires y en
la Universidad de Quilmes de las cátedras "Historia de las ideas
modernas", e "Historia del arte"; Casullo dedicó gran parte de su obra
a cuestionar las investigaciones académicas acotadas, rutinarias y
seriales que, a su criterio, determinaban "la vejez de las antiguas
posturas".

Sus numerosos ensayos están centrados en recuperar la memoria,
historia y trayectoria de la lógica social, ideológica y política para
reponer una crítica cultural que no sólo impulse estudios parciales,
sino que cuestione los fundamentos de una sociedad contemporánea
globalizada y trasnacionalizada.

Entre éstos se encuentran "Comunicación, la democracia difícil" de
1985; "El debate modernidad-posmodernidad", publicado en 1989; "Viena
del 900, la remoción de lo moderno", editado en 1990; e "Itinerarios
de la modernidad", de 1994.

También fue autor de los ensayos "París 68, las escrituras y el
olvido" (1998); "Modernidad y cultura crítica" (1998); "Sobre la
marcha: política y cultura en la Argentina" (2004); y "Pensar entre
épocas" (2004).

Casullo -quien se desempeñó como Director de la Maestría de
Comunicación y Cultura de la UBA y fue miembro de la Comisión de
Doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales- dirigió la revista
"Pensamiento de los Confines". Esta revista, lanzada en 1995, contó
con la colaboración de amigos y colegas, entre otros, Alejandro
Kauffman, Matías Bruera, Ricardo Forster, Héctor Schmucler, Oscar del
Barco, Gregorio Kaminsky, Eduardo Gruner y Damián Tabarovsky.

Se trató de una publicación de pensamiento contestatario, que buscaba
reponer una mirada crítica, profunda y radicalizada sobre la sociedad
actual, que reunía, entre otros textos de Thomas Mann, Gilles Deleuze,
Samuel Beckett, Franco Rella y Nicolás Rosa.

Este académico escribió en 1969 su primer novela, titulada "Para hacer
el amor en los parques"; tras lo cual le siguieron otras dos; "El
frutero de los ojos radiantes" en 1984 y "La cátedra", en 2000.

Quien fuera profesor de Estética, Historia de las Ideas e Historia del
Arte en la UBA también apostó en sus trabajos a recuperar la escritura
como momento de investigación y de iluminación.

Investigador incansable e inconformista, expresó en sus obras su
rechazo y disgusto respecto de cómo se presenta y cómo se discute en
la actualidad la condición social, histórica y humana.

Su espíritu inquieto, como lo calificó Feinmann, se extrañara en esas
aulas universitarias que Casullo llenó de compromiso y conocimiento,
una ausencia que se empezará a presentir desde hoy cuando sus alumnos
concurran a la Biblioteca Nacional a despedir al querido maestro.

2 comentarios:

  1. Sí, fue una noticia triste. Era uno de esos personajes muy queribles de la universidad.

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  2. Mi mejor reconocimiento para aquel que leímos tantas veces, que nos hizo razonar con sus ideas y pensamientos, con su gran bagaje de cultura... Uno de los mejores intelectuales de nuestros tiempo, y sobre todo NUESTRO. Estos son los tipos que sí vale la pena destacar como "grandes personas".

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