Lunes otra vez,
empieza un nuevo mes donde vamos dejando atràs el ocio, las horas calmas del verano para comenzar con el frenesì de la actiidad anual,
clases, horarios, compromisos y comienzos de ciclos que prometen durar todo el año o al menos se comienza con esa idea...
Desde aquì, desde estas operaciones casi cotidianas seguimos apostando por invitar a pensar, a celebrar las ideas y realzar lo bueno que se hace por los distintos medios de comunicaciòn ( radio, gràfica, tele y nuestro bien amado sèptimo arte).
Por ello os invitamos a descubrir este ciclo que comienza por Canal Encuentro que invita a pensar las tensiones entre escritura, militancia y cuerpo en torno a la figura señera del gran Rodolfo Walsh que debemos leer con fruiciòn , pasiòn y entrega. La misma que èl tenìa para escribir.
Por algo este humilde blog tiene el nombre que tiene....
BUen lunes, mejor comienzo y esta noche si es posible no dejen pasar este documental.
Historia de un compromiso
A partir de hoy se podrá ver la serie de documentales dirigida por
Luciano Zito. Son cuatro capítulos que indagan en las tensiones,
intelectuales y políticas, que marcaron la vida de Walsh.
Walsh vivió las contradicciones entre arte y política.Rodolfo Walsh.
¿Cuántas definiciones le caben? ¿Cuál es la más adecuada? Escritor,
militante político, periodista. Como sea, el mérito que lo pinta de
cuerpo entero es el que le dio Osvaldo Bayer en el prólogo de una de
las ediciones de Operación Masacre: "Desnudar a la sociedad
argentina". A partir de esta noche a las 22, Canal Encuentro emitirá
los lunes Rodolfo Walsh, reconstrucción de un hombre, una serie
documental de cuatro capítulos de treinta minutos cada uno que aborda
la historia de Walsh, como parte de una programación especial en el
mes del último golpe militar. El título da una idea de la intención
del audiovisual: liberarse de la mirada mítica respecto del autor,
para centrarse en los aspectos de un ser increíble pero de carne y
hueso.
Aunque hoy nadie tenga dudas de que lo de Walsh excedía la crónica
periodística y de que sus cuentos eran mucho más que un cúmulo de
palabras bellas, al escritor no le costó poco decidirse por la
preponderancia de la denuncia en su obra. Una vez que puso un pie allí
ya no pudo salir, pero no estuvo al margen de la tensión entre arte y
política. Por las repercusiones que tuvo en su momento y por lo que se
sabe significa hoy, es claramente imposible aislar a Walsh de su
época. Por eso es que la serie traza una completa descripción del
escritor sin dejar de lado sus propias contradicciones, entrelazando
su vida con pinceladas del contexto político-social en el que estaba
inmersa y buscando las relaciones entre los hechos y sus decisiones.
La serie –coproducción del Canal Encuentro y el Centro Cultural de la
Cooperación– ofrece un relato cronológico dinámico y sencillo, apoyado
en una estructura dramática clásica, con sus picos de tensión y
distensión. Puede decirse, entonces, que presenta un conflicto
central. "Independientemente de que él terminó asumiendo un compromiso
político y dejó la literatura en segundo plano, hay una dicotomía que
convive en él fundamentalmente desde Operación Masacre. Si tuvo
momentos en los que la literatura en tanto cuestión artística ganaba
espacio, era siempre en tensión. En los últimos años, con la Carta
abierta a la Junta Militar recuperó lo que había perdido. El final de
Walsh es el resultado de un montón de cosas que fueron pasando,
algunas más conocidas y otras menos. Hay mucha gente que piensa que la
política estuvo siempre", explica Luciano Zito, director de
Reconstrucción de un hombre.
El capítulo que se emite esta noche, "El origen de las palabras",
aborda los primeros años de trabajo de Walsh hasta la investigación
que derivó en Operación Masacre. "Hay un fusilado que vive", escuchó
mientras jugaba al ajedrez en un bar de La Plata, en 1956. El capítulo
comienza con su historia familiar: el pasaje de una posición acomodada
a las repercusiones negativas de la crisis del '30 para sus padres,
que se desempeñaban en el ámbito agropecuario. También están su paso
por el Instituto Fahy –que se plasma en relatos como "Un oscuro día de
justicia"–, sus años de secundaria en una humilde pensión, su
introducción a la política en la Alianza Libertadora Nacionalista, su
relación con Elina Tejerina y cómo ella lo induciría finalmente a
correrse del lugar de corrector y traductor para desempeñarse como
escritor. "La historia irrumpirá de manera decisiva en su vida y no
podrá permanecer indiferente. La política, entonces, encontrará su más
pura expresión en la palabra", dispara Lorenzo Quinteros, el narrador
en off.
"Las palabras queman", segundo capítulo, indaga en las consecuencias
de la edición de Operación Masacre. "Yo también fui fusilado" es el
estremecedor título de la entrevista a Juan Carlos Livraga,
sobreviviente de la masacre de José León Suárez. Por esa publicación,
en la Revista Mayoría, la policía lo busca y él se oculta en Tigre. En
1957 escribe El caso Satanowsky. Y en 1959, con la idea de que otro
mundo es posible y cansado del violento entramado de poder reinante,
decide marcharse a Cuba. Allí la política acaba por impregnar
definitivamente su vida, que es el tema del capítulo III, "El camino a
la acción". En Cuba funda Prensa Latina, y en su trabajo de
criptógrafo descifra un plan de invasión a Cuba. A su regreso al país,
escribe ¿Quién mató a Rosendo? y decide volcarse a los lectores de la
clase trabajadora, en la dirección del periódico CGT de los
Argentinos, que tras un año de circulación comienza a editarse de
manera clandestina. "El principio del fin", último capítulo, aborda su
incorporación a Montoneros y la publicación de Noticias, que
manifiesta los propósitos de la organización. En 1974 se desencanta
respecto del rol de Montoneros en el peronismo. Ya con los militares
en el poder, funda la Agencia de Noticias Clandestina (Ancla).
Finalmente, el documental aborda la muerte de su hija Victoria, la de
muchos amigos y su asesinato a manos de un grupo de tareas comandado
por el Tigre Acosta.
"Si bien está ese conflicto central entre lo político y lo literario,
cada capítulo tiene sus propios conflictos. Su relación con Perón o
con el peronismo, la pérdida de fuerza de la novela, el lugar del
intelectual, lo que representa para él la inteligencia, el intento de
seguir adelante independientemente de la coyuntura", enumera el
director. "Intentamos darles un tiempo a las distintas etapas de Walsh
y no sólo hacer hincapié en el periodista militante político. Buscamos
plasmar una trasformación que empieza de manera casual y también cómo
la violencia política empieza a meterse en la vida de las personas.
Walsh se ve como un personaje que entregó su vida por sus ideales, hay
un mito. La idea fue hacer una reconstrucción en la que el resultado
no tuviera que ver con una cosa preconcebida. Siempre se lo pone en un
rol de mártir inalcanzable, pero era una persona", reflexiona Zito.
Con testimonios de Noé Jitrik, Osvaldo Bayer, Rogelio García Lupo,
Lilia Ferreira, allegados a familiares del escritor e investigadores
interesados en las particularidades de su obra, el recorrido es
también espacial: la cámara se posa en los lugares clave en la vida y
obra de Walsh, como el club de ajedrez de La Plata o la esquina de San
Juan y Entre Ríos, en la que fue interceptado. "La idea era pararse
desde el presente para contar la historia, hacer una especie de
rompecabezas de un conjunto de elementos desde la mirada de una
persona de mi generación", sostiene Zito, que apenas tenía dos años
cuando asesinaron a Walsh. Ver la serie no implica toparse con un
mito; sí con un hombre que realmente comprendió "los problemas de su
tiempo", búsqueda que, aunque sin autorreferencialidad, inmortalizó en
una de sus eternas frases.
No dejèis de verlo ya que promete este documental y creo que hoy en este año del Bicentenario Walsh, su obra y su vida, son buenas entradas para poder reflexionar en torno a la idea de paìs, de Naciòn y la manera en que se escribe la Historia o las historias.
Buen comienzo de mes y a seguir andando..
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