y cambiantes.
Así, es inevitable sentir el dolor, sentir sufrimiento por lo que
pasó, por pensar que fue posible la miseria humana, el odio, la
muerte, la maquinaria del terror, el silencio y el ocultamiento de una
verdad latente aunque todavía oscura. Dolor que permanece al saber a
pesar de haber transcurrido 34 años, todavía hay quienes no saben, hay
quienes no le importa, hay quienes dudan, hay quienes callan, hay
quienes no reconsideran…
Esas sensaciones que se sienten en la piel y en el estómago, se
confrontan con la alegría de que se haya acabado y que a pesar de los
miedos y las dificultades no se ha logrado borrar las huellas que
dejaron los que ya no están y que se resignifican en la multitud
esperanzadora que vive verdaderamente para que nunca más vuelva a
ocurrir, para no olvidar y para poder seguir…
Que esta fecha, este feriado nacional sea un verdadero grito de
memoria, de justicia, de búsqueda de verdad, un antídoto contra el
olvido y el silencio.
UNa reflexiòn de Paula Villa, ez alumna, colega y compañera de gustos,
pasiones y algunas locuras...
Gracias Paula y a NO OLVIDAR....
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