Mañana en el ciclo de cine que hace 7 años coordino en la Cultura Británica exhibimos, dentro del ciclo "Ropa limpia, negocios sucios: la mafia capitalista y sus efectos", Gomorra de Mateo Garrone y por esa razón los invita a verla y comparto con uds aquí el artículo que escribí para la revista digital El vernáculo ( pueden visitarla aqui www.elvernaculo.com.ar) y que intenta revisar algunos de los aspectos más significativos de la película y recomiendo fervientemente además de ver el filme, leer el libro de Roberto Saviano que da origen a esta película. Dos imperdibles de este 2009. He aquí la nota con su título original que remite a un libro de Pier Paolo Passolini un autor cinematográfico que dialoga con esta película por varios motivos que otro día explicaremos.
Buena tarde de otoño que al fin está entre nosotros.
Muchachos de la calle: la vida según Garrone.
Hablando hace unas semanas en esta columna sobre Milk comentábamos sobre lo que implica hacer una película militante que se incorpore al espíritu de época y que permita dejarnos alguna pregunta/ reflexión o indagación sobre el presente (y avizorar el futuro).
Nombrábamos además la cuestión de los cuerpos, su relación con la política, el deseo y sobre como ciertas maquinarias capitalistas operan sobre ellos. Sociedades de control, diría Deleuze.
Un estreno reciente en la cartelera cordobesa (y que la semana que viene se proyecta en la Cultura Británica) trabaja estas cuestiones desde perspectivas diferentes pero que en definitiva trata de mostrarnos una nueva cartografía de los deseos y como " ciertos deseos" (ambición, poder, placer, destrucción, avaricia, soberbia y lujuria) diseñan un mapa de negocios sucios -donde el delito y la corrupción están a la orden del día- travestidos de ropa limpia haciendo mover al mundo en sus dimensiones económica, política y cultural.
Nos referimos a GOMORRA de Mateo Garrone impresionante recorrido al mundo de la Camorra (organización criminal - mafiosa de la ciudad de Nápoles y la región de Campania), que permite descubrir cuáles son los modos y mecanismos que ésta tiene para mantener su poderío económico y hegemonía ideológico- cultural mediante negocios turbios.
La película (que se basa en el libro de Roberto Saviano, que le ha costado la condena pública por parte de los capo mafias no sólo por hecho de denunciarlos sino por haberse convertido en un best seller en toda Europa, y que vale la pena leer para descubrir cuales son las implicancias del narcotráfico y el negocio que realizan los distintos clanes de la droga) nos propone un recorrido por aquellos lugares donde la Camorra gobierna y el joven director -que algunos ya vinculan con Pasolini y cierta líneas estéticas del cine italiano- cual Virgilio ofrece una viaje sobre aquellos círculos donde la vida humana no vale absolutamente nada y lo único que importa es el negocio y el dinero que todo lo compra o lo mata. Nos guía, película mediante, al Infierno contemporáneo en que se ha convertido Italia hoy y buena parte del mundo ya que el narcotráfico dirime sus negociados a escala global.
Y aquí los cuerpos aparecen nuevamente pero ya no para mostrarnos su posibilidad militante y de acción, SINO que se encuentran inertes, no tienen valor alguno y en pos de algo superior (siempre es el dinero quien motiva objetivos supremos) se los despoja de toda humanidad. ¿Estos serán los crímenes de lesa humanidad del futuro? ¿Quién brega por los derechos humanos de los púberes y adolescentes que hoy en los barrios marginales- y no tanto- de cualquier urbe mueren a causa del paco, de la cocaína y las pastillas?
Aquí las escenas de inicio y de final de la película dejan bien claro que para que el SISTEMA (capitalista, de la camorra y de la droga son necesarios cuerpos sin nombre y apellido, sin historia, sin humanidad.
Y aquí reside el valor de la película (y del libro de Saviano también) que permite develar no sólo el negocio de la Camorra, de los clanes y de la mafia (y es esto es lo que la convierte en una obra de arte importante dentro del cine mundial y así lo entendió el Jurado del último Festival de Cannes otorgándole el Gran Premio del Festival ) sino como el hombre se ve despojado de su condición de sujeto, de su humanidad pasando a ser un objeto más en la maquinaria que mueve los hilos del capitalismo salvaje y neoliberal.
Porque para que esta maquinaria (la capitalista) funcione necesita de despojos humanos, de cuerpos controlados, drogados, vacíos, es decir, cuerpos sin alma que ofrecen la vida al SISTEMA.
Por ello recomendamos ver la película ya que nos avisa desde un realismo frío, descarnado y políticamente incorrecto que nos está pasando y como el futuro ya llegó (y no sólo al sur italiano, mexicano o colombiano sino a Córdoba también).
La película Gomorra se exhibirá el día miércoles 22/ 4 en el ciclo de cine de la Cultura Británica en Hipólito Irigoyen 496. Entrada libre y gratuita a partir de las 19 horas.
Edu, excelente comentario. Vi la película. Me gustó, descarnada y ácida hasta la corrosión del espíritu. La reflexión podría extenderse a los mundos "legales", sistemas de producción que se contentan con seguir al pie de la letra (MUY al pie) las escasas/inexistentes regulaciones tuitivas de grupos vulnerables y multiplican despojos humanos aún en universos aparentemente "alejados" del mundo del narcotráfico y las Gomorras más evidentes. Cariños, Romy Scocozza
ResponderBorrar