Aquí la segunda parte del especial sobre memoria, cine y las posibilidades de pensar el pasado desde el cine ( y los medios de comunicación)
En una semana donde hemos asistido desde la televisión y los otros medios a una revisión del pasado reciente y de la importancia de la figura de un ex presidente.
Es es ese terreno donde se han discutido posiciones diversas y donde, creo yo, se seguirán haciendo ( siendo todas bienvenidas ya que permiten reconstruir el pasado y hacerlo dialogar con el presente).
Ha sido notable la utilización política e ideológica desde los medios masivos de comunicación de la muerte de Alfonsín. Y es bueno que a eso lo notemos, lo señalemos y fundamentalmente lo tengamos en cuenta para saber quienes nos informan, quienes comunican que ideas. Hubo de todo en esta semana de fastos funerarios y creo que seguiremosporque hay demasiada tela para cortar y mucho archivo por recorrer.
Por el momento comparto ese texto con vosotros y los invito a la actividad en la que participaré como panelista el pximo martes en el pabellón argentina y donde se discutirán estas cosas y podremos ver el excelente documental M de Nicolás Prividera.
Acá la data para que sepan de que se trata igual el martes lo colgaré aquí, pero estaría bueno que vayan:
/www.extension.unc.edu.ar/cultura-1/2009/abril09/201c2o-ciclo-del-24-de-marzo-al-guetto-de
Buen atardecer de domingo....
La dictadura del '76. Los desaparecidos. Los milicos. La sociedad y la memoria. "Algo habrán hecho". La ESMA. El olvido y el perdón. La teoría de los dos demonios. La teoría de las víctimas inocentes. El exterminio. El punto final. La obediencia debida.
Estos son temas que la sociedad argentina intenta discutir, con suerte diversa, desde la primavera alfonsinista.
Son relatos que tratan de buscar explicaciones en torno a lo que le sucedió al país durante su período histórico más trágico.
Disímiles son las versiones que se han hecho presente en la sociedad para explicar esta Historia.
Esta Historia (con mayúscula) también ha sido relatada, registrada y puesta en escena desde el cine. Existen, en esta expresión masiva de la Industria cultural, visiones hegemónicas (versiones oficiales) y otras que difieren con esta manera de relatar (visiones alternativas).
El cine argentino ha intentado de diversas maneras y estéticas particulares representar estos temas en las películas producidas desde la reinstauración democrática hasta nuestros días. Pero es, en la década del '80, que cierta parte de la producción cinematográfica nacional elige abordar estas temáticas.
Intentos que tienen como objetivo mostrar, informar y sensibilizar a los espectadores sobre lo sucedido durante los años de plomo.
Relatos que enuncian desde distintos lugares su visión/versión de los hechos.
Películas como La historia Oficial (Luis Puenzo), el documental La República Perdida I y II y La Noche de los lápices refuerzan una explicación hegemónica del pasado reciente. Desde aquí se legitiman ciertas explicaciones en torno al acontecimiento y no se problematiza en profundidad sobre el porque de los sucesos y la voz de las víctimas aparece silenciada.
Se produce aquí una operación de exclusión y de olvido. Sobrevuela la idea (presente en la época) de no conocer, de no escuchar y del "yo no sabía lo que pasaba".
En tanto desde otro lugar discursivo se intenta complejizar, profundizar las preguntas en torno a porque sucedió la tragedia y fundamentalmente los relatos de las víctimas logran una visibilidad social.
Visiones alternativas que restauran en el espacio público la voz y los cuerpos, que en la década anterior, se desaparecieron.
Aquí se encuentra la producción de Fernando "Pino" Solanas con películas como "Sur" y "El exilio de Gardel"; la ópera prima de Jorge Coscia "Mirtha de Liniers a Estambul" y donde las películas del director aquí elegido, para la reflexión del tema, intenta ubicarse.
La operación que se establece a través de estos relatos es la de "aparición" de lo ausente y cómo las víctimas del terrorismo de Estado se convierten en reales presencias para posibilitar nuevas miradas del acontecimiento.
Son este tipo de visiones/versiones que logran lo que plantea León Rozitchner en cuanto a los usos de la memoria: "Recordar implica aproximar el horror de lo distante hasta convertirlo en próximo, traerlo a la memoria como imagen presente, darle sentido a su existencia pasada en lo que ahora vivimos".
Es mediante estos discursos -películas- que las presencias recobran existencia real y la "aparición" se produce con el objetivo de informar sobre los hechos para que se conozcan, se recuerden, pero fundamentalmente para que no vuelvan a suceder.
Es por ello que existe una idea de "concientización" y aquí encontramos la dimensión política del relato cinematográfico y la posibilidad que tienen las imágenes en movimiento en la finalidad de mantener presente la memoria histórica y luchar contra la banalización del mal.
En palabras del filósofo antes mencionado "se trata de crear como suelo que las sostenga las resistencias subjetivas, sí, pero también las externas y colectivas que en la realidad histórica las venzan e impidan que esos hechos de terror permanezcan impunes: que impidan que se produzca de nuevo".
Ya en las décadas posteriores películas como Garage Olimpo (Mario Bechis); Un muro de silencio (Lita Stantic); Cautiva (Gastón Biraben); La Sonámbula (Fernando Spiner); Potestad (César D'angiolillo); Deuda (Jorge Lanata) y La fe del volcán (Ana Poliak) y M (Nicolás Prividera)refuerzan esta idea y se dirigen a lograr dichos objetivos.
Arte, ética y compromiso se conjugan en pos de pensar la sociedad desde el cine, iluminando zonas oscuras para recordar, a cada momento las infinitas posibilidades de mal y terror que existen en el hombre y que degradan a la condición humana.
fijate maxi este texto que escribiò esa Kooza:
ResponderBorrarhttp://circo-analisis.blogspot.com/2009/04/la-narrativa-de-ddhh-revisitada.html
un abrazo
la leere y comentaré
ResponderBorrargracias por todo...