domingo, 19 de julio de 2009

Postales salteñas...

Viajar es lo màs bello que puede existir en la tierra, trasladarse en
cuerpo y alma ( porque todo viaje implica un doble movimiento, un
dualidad entre el exterior y el interior) por los confines de este
mundo es lo màs alucinante que puede sucedernos.. como digo en tono
chistoso a mis alumnos de Turismo es el mejor alucinògneo que puede
existir y en el cual invertir....
Estar en movimiento, salir(nos) de nuestros lugares cotidianos por un
lapso de tiempo viene bien para desintoxicarse de la realidad
cotidiana, para poder respirar aires nuevos y reconfigurarse para lo
que està por venir. Es por ello que las vacaciones existen y son para
que nos movilicemos, para que nuestro exterior e interior se
reconfigure de alguna manera y tratar - en lo psoible- de regresar en
un òptimo estado ( sucede muchas veces que uno regresa peor de lo que
partiò pero ese es otro tema y no el nùcleo de este posteo).
Este viaje de invierno por tierras salteñas surgiò ( como tantìsimas
cosas en mi vida) de un impulso y de abrir la boca en algùn desayuno
compartido con la mujer de mi vida.... y asì se fue pergeñando de a
poco llegando al dìa en que debìamos partir... Ese lapso que media
entre elegir un destino, evaluar las posibilidades de realizarlo y
partir es tan interesante, tan lùdico y a su vez excitante por màs que
en el medio se produzca la posibilidad de no partir nunca. Ya
planificarme en estar en movimiento.
No fue este el caso y a pesar que varios fantasmas se conjuraron en
impedir que partamos llegò el dia y la hora pudiendo partir a tierras
norteñas.
Y asì fue que Salta (tan bella, tan intensa en sus colores, tan càlida
en su gente, tan mìstica, tan barroca, tan colonial, tan pero tan
argentina) nos recibiò de la mejor manera lejos de las paranoias
citadinas y con la invitaciòn a disfrutar de todo.
Y asì fue que lo hicimos por pocos dìas pero que significaron ese
relax, ese encuentro con la tranquilidad y la paz que uno, tal vez,
andaba necesitando.
Asì fue que estas son algunas de las fotos que muestran lo bien que la
pasamos junto a mi amada, lo mucho que reimos y lo relajados que
estuvimos por aquellas tierras.
Como de costumbre uno prometiò volver pronto para seguir respirando
aquel aire y poder disfrutar de màs cosas y de reafirmar la magia de
las vacaciones, aquella que nos conecta a nosotros en cuerpo y alma,
aquella que nos permite proyectar, soñar y pensar en nuevos
territorios, en nuevas cartografìas, en nuevos deseos que seguramente
llegaràn pronto... Por que esto es un trabajo que debemos realizar
todos los dìas.
La felicidad se construye cotidianamente y bien basta una semana de
descanso para descubrir como se puede ser feliz con tan poco (en mi
caso es muchisimo), con sòlo estar con la persona amada ( Villagra te
amo yo a vos ok) y no parar de reir nunca. Como si el tiempo fuera
eterno, como si el amor durara la eternidad y un dìa.
Porque de eso se trata la vida y nuestro paso por este mundo.
Buen anochecer dominical y buen comienzo de la semana.
Y Salta ( y otros destinos que tengo en la cabeza pero no los dirè
para que pronto lleguen) allà vamos....

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