acompañado....
Nos presenta en sociedad a Bruce LaBruce un ìcono de la vanaguardia
estètica contemporànea y un ìcono de la cultura gay con su pelìcula
Otto, arriba los muertos.
Desde este espacio invitamos a conocer a este cineasta y como para ir
preparado les dejamos una entrevista en donde se adentra un poco màs
en su pesamiento.
Una invitaciòn para no dejar pasar y enfrentar con gusto la paraonia
reinante en esta ciudad que ya de por si parece una peli de zombies
clase z.
La cita es hoy en La quimera a las 2030 horas, las coordenadas son Pje
Escuti y Fructuoso Rivera en pleno corazòn de Barrio Güemes.
Vayan que la invitaciòn seduce y muerde.
El fotógrafo, escritor, cineasta Bruce Labruce, considerado el mayor
provocador del underground gay estrena su última película "Otto: or Up
with Dead People" y por ello nos permitimos dialogar con èl.
.
"Durante mucho tiempo tuve escarceos con la fotografía, en mis
fanzines, pero tomándomela como un hobby. Algunos a mi alrededor se
tomaban muy en serio como fotógrafos, así que me sentía intimidado.
Cuando empecé a hacer porno para algunas revistas gays neoyorquinas
(Honcho, Inches), comencé a considerarme un fotógrafo profesional.
¡Básicamente porque comenzaron a pagarme realmente bien!", comentó en
una entrevista con Shangay Express.
- ¿Crees que tus fotos tienen algo distinto de lo que proponen tus películas?
- Soy fotógrafo, escritor, cineasta y artista, pero todo proviene de
la misma fuente. Tomo muchísimas fotos durante los rodajes, así que
existe una conexión directa, sobre todo porque esas imágenes me sirven
para promocionarlas. Otras veces, mis fotos influyen en la estética de
lo que dirijo. Por ejemplo: comencé a realizar fotos utilizando la
sangre como un motivo en ambientes violentos y perturbadores, con un
tratamiento casi pictórico. En mi nueva película de zombis, Otto: or
Up with Dead People, empecé precisamente con la idea de una habitación
completamente cubierta de sangre, y luego la incorporé. También trato
de introducir siempre algún tipo de narratividad en mis fotos: un
elemento que cuente una historia. En definitiva, mis fotos tienen
calidades muy cinematográficas.
- En uno y otro arte mezclas sexo con violencia y política. ¿Qué
tratas de decirnos?
- El sexo a menudo incluye a la violencia. Soy un firme creyente en la
teoría de Freud sobre la dinámica de la transferencia en el amor. A
menudo te ves obligado a cosificar a la persona con la que estás
practicando sexo, incluso si la amas, simplemente para excitarte, y
eso puede implicar algún tipo de agresión o incluso desprecio. El sexo
es además una cuestión muy política: actúa como un microcosmos de la
situación mundial, particularmente si elementos de raza o clase están
involucrados. No creo que se pueda representar el sexo como una vacuna
sin reconocer esos principios básicos.
- ¿Qué te gustaría más: formar parte del establishment de la moda o del porno?
- Los considero ambos "placeres culpables". No compro ni visto ropa de
diseñadores, como tampoco compro o veo mucho porno. Los encuentro un
poco absurdos y ególatras. La moda siempre me ha parecido algo
desesperado: distracción sin fin con cositas nuevas y brillantes. Sin
embargo, aprecio a los diseñadores que se acercan a la moda desde un
lado más político o conceptual. E incluso aprecio a muchos en un
sentido puramente estético, como a Rick Owens. La mayor parte del
porno comercial me aburre hasta las lágrimas: me gusta el de los
setenta. Si tuviera que elegir entre ambos universos, probablemente me
decidiría por el porno. Es más inaceptable.
Espero acepten el desafìo y salgan indemnes.
Buen jueves de cine.
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