y para mirar el presente con los ojos de la democracia, el pluralismo
y el disenso para que no existan nuevos desaparecidos, invisibles en
la sociedad porque la ceguera militante no nos permita descubrirlos...
Aún aquella herida sigue abierta y ciertas estructuras mentales también...
Han pasado 36 años del horror, del terror y de las persecusiones....
Es toda una vida pero aún seguimos cometiendo errores como sociedad
que abrevan en aquellas noches oscuras....
Por ello NUNCA MAS el olvido, la injusticia ni la intolerancia...
Comparto con uds algo que escribi hace unos años y que está en formato
libro hace tiempo, lo comparto porque fue escrito con el cuerpo, el
alma y la pasión pensando en una persona muy querida que se fue por
aquellos años
y que aún ilumina mi existencia día a día...
Como lo puse en el epígrafe del capítulo de Cine y Dictadura esto va a dedicado
a Luis Alberto in memorian
EL ACTO EN CUESTIÓN
Como plantea José Pablo Feinmann: "El 24 de marzo implica la era de
planificación racional y moderna de la muerte"
Es así como la atmósfera que en nuestro país, desde esa fatídica
fecha, se comienza a respirar es de miedo, horror y muerte.
Esa muerte no debía ser conocida públicamente sino que se crearon los
mecanismos para que todo sea acallado/desaparecido. La muerte pasa a
ser lo normal, lo cotidiano y es el único vínculo social que dará
sentido a las distintas capas sociales.
Así la define Feinmann: "La muerte secreta: esa es la muerte
argentina. La muerte se volvió subterránea, silenciosa, furtiva"
Para que esto ocurra se construyó un sistema burocrático que
planificaba "esas muertes" y había en ello una precisión matemática y
todo se realizaba en pos de lograr los objetivos de la Junta Militar y
de los que apoyaban el régimen: sembrar el miedo, impedir que la gente
se encuentre -se comunique- y exterminar al enemigo haciendo
desaparecer todo vestigio de progresismo en la sociedad argentina.
Así es que secuestro-tortura -para obtener información-, muerte y
desaparición de los cuerpos eran escalas o estamentos que todo aquel
sospecho tenía que seguir.
Así es como los militares argentinos, pensaron en borrar el
pensamiento político y crítico de una sociedad y la manera que
encontraron acallar las voces más representativas de esa generación,
es despareciendo los cuerpos.
Todo aquel que pensara podría ser peligroso por lo que asistimos a una
época de suspensión del pensamiento y una carrera de supervivencia
para evitar la muerte, donde la vida tiene un precio y un destino
decidido por otros.Como las vivencias que recuerda Andrés Calamaro en
su canción Crímenes Perfectos: "Me tocó crecer viendo a mi alrededor
paranoia y dolor".
Una de las formas de recordar este acontecimiento, que LEGITIMA la
ilegalidad y funda el crimen impugne en nuestra cultura, es la
restitución de esos pensamientos críticos, de las voces y de los
cuerpos de las víctimas del terrorismo de Estado.
Y esto logra Agresti, desde fines de la década del 80, al filmar
historias que restituyen de alguna manera las voces, el espíritu y los
cuerpos de las víctimas -que de manera excepcional en "El amor es una
mujer gorda" y "Boda secreta"- y en las otras películas
-fundamentalmente "Buenos Aires Viceversa" y "Un mundo menos peor"-
reintenta reconstruir la trama de vínculos, afectos y costumbres que
la generación silenciada ponía en práctica, para desde allí retomar y
continuar la senda.
Imágenes e historias, que ocupan un lugar y espacio negado y que
cumplen con una finalidad política –y en definitiva ética- que
significa la recuperación simbólica de aquellas voces, de los
discursos y los cuerpos que la violencia de Estado ordenó callar y
matar sin dejar vestigio de nada.
La aparición y existencia de estas películas logran lo que Nicolás
Casullo formula como necesario para no olvidar: "La memoria de la
historia leída desde la víctima es siempre contramemoria: memoria de
imágenes impedidas, podría ser llamada, como noción que reúne –en ese
impedimento- la conciencia de un pasado que se distancia sin medida.
Imágenes que ante la imposibilidad de volver a componerse dejan apenas
su huella desconsolada, el duelo, el abismo, un nombrar perdido."
Para no volver a desaparecer en las diversas forma que asume el olvido
estas películas son necesarias para resignificar el acontecimiento y
tenerlo presente.
De allí la necesidad -para las sociedades en general y nuestro cine en
particular- de contar con este tipo de películas y tener la
posibilidad de vernos reflejados para que nunca más sea una consigna
real en una sociedad/país, donde hasta las palabras han perdido
sentido.
Es una tarea que nos compromete a todos, por ellos -nuestros
desaparecidos- y por los que aquí estamos.
Ni olvido
Ni perdón,
tan sólo Memoria !
Espero os guste y podamos seguir pensando, recordando y analizando las
consecuencias de aquellos nefastos años....
Pelis que deberíamos ver para ayudarnos a pensar...
M de Nicolas Prividera.
Crónica de una fuga de Adrián Caetano.
La mirada invisible de Diego Lerman.
Buenos Aires viceversa, El amor es una mujer gorda, Valentín y Un
mundo menos peor de Alejandro Agresti.
y algunas cuantas más....
Buen sábado y a NO OLVIDAR
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