miércoles, 9 de junio de 2010

La educaciòn en foco.

Escribì este texto para Cbanoticias (www.cbanoticias.net) a mediados de mayo ( es màs aùn esta on lineya que no esribì otra columna nueva) y despuès de escuchar las noticias de esta semana en torno a escuela, padres y alumnos creo que es necesario seguir pensando que cosas suceden, que discursos se cruzan al interior de la escuela y que caja de resonancias es dicha instituciòn...
La comparto con los lectores del blog y prometo, màs adelante, seguir escibiendo algunas reflexiones que hago todos los dìas cuando enfrento grupos de personas para educar, enseñar y  transmitir..
 
 
Entre los muros
 
 Durante estas semanas se han escuchado, visto y leído noticias que involucran al colegio secundario como institución educativa y sus alumnos como protagonistas directos de acontecimientos (aparición de droga en el baño de una escuela del centro, ataque con cuchillos entre compañeros y la invitación a una chupina colectiva por vía de una red social) que nos invita a pensar el lugar que ocupa la escuela media en nuestra sociedad, la importancia que le damos a esa instancia educativa, lo que estos hechos (los que salen a la luz pública obteniendo una fugaz visibilidad mediática y los que quedan encerrados dentro de los establecimientos sin que nadie se entere) implican y lo que nos están queriendo decir.
Estas cuestiones que deberían ser objeto de debates, reflexiones y de preguntas por parte de todos los actores involucrados nunca llega a ser una discusión en serio ni una realidad concreta dejando en manos de los medios su tratamiento voraz y superficial. Tampoco la voz de los protagonistas llega a su puesta en circulación y la mayor parte de las veces queda en la anécdota y el chiste fácil sin ahondar que quieren significar los jóvenes con ciertas acciones, prácticas y opiniones.
Y esto además de ser una cuestión educativa también pasa a ser una temática cultural porque involucra la formación de ciudadanos, habitantes con derechos de una ciudad y sujetos pensantes con autonomía de criterio para discernir.
Los jóvenes con estas acciones ¿no reproducen a menor escala lo que ven de sus mayores?
 
Los que asisten a los colegios secundarios ¿creen fervientemente que el saber y el aprendizaje les permitirán una mejor calidad de vida y una proyección social en el futuro?
 
Estos adolescentes ¿tienen esperanzas en que el conocimiento puede brindarles mejores horizontes y expectativas mayores para el día de mañana?
 
¿Qué diálogos intentamos establecer con las generaciones más jóvenes sino comprendemos sus universos simbólicos? ¿Puede existir este diálogo?
 
¿Por qué el camino de la droga, el alcohol y la noche son vías de acceso de las cuales muchos no tienen retorno?
 
¿Cuánto nos falta como sociedad para llamar a las cosas por su nombre y evitar que muchos adolescentes se pierdan en esos caminos sin retorno?
 
Preguntas que ciertos sucesos nos invitan a responder y antes que prejuzgar, criticar o señalar con el dedo bien vendría ponerse a descubrir cuáles son las lógicas discursivas, las tramas textuales y los porqués que llevan a los adolescentes a realizar dichas prácticas y preguntarse también cuán lejos está la escuela (la pública y la privada), los padres y los medios de esos universos simbólicos que a fuerza de desencuentros,  de incomunicación y falta de diálogo son espacios amurallados donde solo acceden unos pocos.
Mientras no nos preguntemos que hicimos nosotros para lograr esto y no intentemos comprender este presente juvenil las cuestiones no serán mejores y la escuela será el escenario de disputas, tensiones y hechos violentos que intentan a fuerza de golpes decirnos muchas cosas.
 Está en los adultos analizarlo, comprenderlo, decodificarlo y actuar en consecuencia. Es una tarea posible y requiere del trabajo de todos como sociedad.
 
 
Para pensarlo entre todos y a disfrutar del mièrcoles lluvioso ( ideal para tantìsimas cosas)
 

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