miércoles, 27 de enero de 2010

Una entrevista veraniega para ver en que anda el psicoanàlisis: la hija de Lacan lo comenta.

Una entrevista que bien vale la pena leer.
Creo que dice cosas que viene bien escuchar.
Y a pasarla bien!

"Cuando se echa el síntoma por la puerta vuelve por la ventana"*
**
La hija de Lacan, filósofa y presidenta de la Fundación del Campo Freudiano,
sostuvo la vigencia absoluta del psicoanális. Y dijo que su padre ya predijo
en 1973 la crisis financiera actual.


Es difícil saber lo que es un padre y también lo que es una madre..." Dice
una intrigante Judith Miller, hija de Jacques Lacan, esposa de Jacques Alain
Miller. Pero no se refiere a la pesada herencia psicoanalítica de su padre
sino que las palabras surgen ante la pregunta sobre la paternidad que
ostentan presidentes como Sarkozy y los Kirchner en países donde el
psicoanálisis es una característica constitutiva de sus identidades. Judith
Miller vino a Buenos Aires al XVI Encuentro Internacional del Campo
Freudiano y al Encuentro Americano de Psicoanálisis Aplicado de Orientación
Lacaniana, organizados por la EOL. En el octavo piso del hotel Plaza, Judith
acomoda su elegancia parisina y habla de su padre, la persona a la que le
debe tantos agradecimientos como reproches.

Han pasado 28 años de la muerte de Jacques Lacan. ¿Cómo ha envejecido su
obra psicoanalítica? ¿Siguen vigentes sus palabras?

No entiendo. No puedo entender su pregunta porque todo esto tiene tanta
actualidad, no sólo para mí, sino para cada persona. Cuando veo el esfuerzo
que tenemos que hacer aún hoy para entender que Lacan en 1973 ya hablaba de
la crisis que vivimos hoy y ver que eso no fue una profecía. El ha entendido
la lógica del capitalismo. Hoy estamos sorprendidos por la crisis, pero
Lacan dijo que no podía ser evitada: "hay un cambio del capitalismo que
conduce a una reedición de sí mismo a través de una actividad que no tiene
nada que ver con el desarrollo de un historial que será puramente
financiero". Y concluía diciendo que eso iba a tener un efecto. Yo no podía
entender cuando él decía que "somos todos proletarios". Yo no soy
proletaria, soy parte de la burguesía. Pero tenía razón, hay una
precarización general, mundial, de cada uno, que corresponde al desarrollo
actual del capitalismo y que él ha entendido hace más de 40 años.

¿Y cómo se prepara al analista de hoy frente a esta precarización?

Es difícil. No formo parte de los que tienen que hacer eso, pero los
analistas lacanianos tienen que inventar, recibir las sorpresas que puedan
aparecer en la clínica de hoy. Eso no es nuevo, Freud ya había dicho que el
psicoanálisis marcha con el mundo; y Freud en sí mismo ha visto que por
ejemplo la histeria, desde que el psicoanálisis empezó a ser practicado, ha
cambiado. Cada histérica, a partir del momento que hay un vínculo analítico,
encuentra otras vías para resolver su pregunta, su enigma. Lacan decía en
chiste que la histérica es histórica. El chiste juega con las coincidencias.
La novedad permanente es la enseñanza de Lacan. Pero no quiero que sea
equivalente a decir tenemos únicamente a la enseñanza de Lacan y no tenemos
que hacer nada más que repetir lo que él ha dicho. Los analistas y la gente
que trabajan con ellos, los analizantes, particularmente, me parece,
participan de una búsqueda al nivel clínico, de la doctrina analítica, a
cada nivel que hace parte de las luces lacanianas.

Usted se refería a las sorpresas que llegan al diván y para las que tienen
que prepararse los analistas. ¿Cuáles serían?

La definición de una sorpresa es que es imprevisible. La profesión necesita
una formación larga, amplia, intensa, profunda, que a la vez implica que los
analistas siguen sabiendo que tienen que no saber. Y saben que ellos no
saben lo que van a encontrar, ahí está la sorpresa. No es fácil eso, porque
hay que ser uno mismo, muy bien analizado, quizás reanalizado, para mantener
esta disponibilidad, esta capacidad de aprender una nueva cosa. Lo he visto
con mis ojos en mi propia familia, no sólo con mi padre, también con otros
analistas que estaban muy viejos, muy cansados, y que han seguido trabajando
hasta el último día porque estaban de pie. También por mi padre: Lacan ha
trabajado hasta el último día.

Y qué hace un analista cuando en su consultorio llega un empleado de Telecom
donde se han suicidado 26 personas?

Pienso que constituyen una epidemia de suicidios los de France Telecom.
Encarna lo que Lacan llamaba la precarización generalizada de cada uno en el
momento de la historia humana que conocemos, en la cultura globalizada.
Aunque tenemos el progreso de las tecnologías, el desarrollo de la ciencia,
el malestar de la cultura persiste. Quizás porque tenemos todo eso, el
malestar sigue, no hay liberación. Hay consecuencias también de lo que se
llama el progreso, y es por eso que Lacan no se decía progresista y Freud
tampoco. Pienso que el malestar está en el corazón del hecho de que estamos
conden

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