Creo que dudar de algo o de alguien es algo que nos sucede a todos y
como dice un personaje de la película que lleva ese nombre y que esta
semana se estrenó en Córdoba, a veces tiene más peso que la certeza.
Es la duda la que nos moviliza, a veces mal encaminados, a buscar
rápidas soluciones o en el peor de los casos venganza por mano propia.
Quien no duda no vive, o no está vivo creo yo, pero a veces es mala
consejera y nos conduce a lugares que no deberíamos ir. La duda y la
irracionalidad bien pueden ser primas hermanas. Es ella la que ataca
desde los cimientos a la racionalidad y nos lleva a manejarnos con
impulsos. Muchas veces esto se liga a las ganas que tienen muchos de
manipular a las personas.
También podría decirse que la duda se relaciona con la poca
informacion que tenemos de las situaciones o de las personas y por la
falta de datos, a veces, en vez de esperar las pruebas suficientes
damos como por verdaderas cosas que aún no tenemos confirmadas.
Son estas y otras cuestiones las que plantean la película La duda del
director John Patrick Shanley, quien adaptó para el cine su propia
obra de teatro y nos ofrece la posibilidad de ver una película donde
lo que dice el texto y las actuaciones son lo más importante. Aca no
habrá destrezas técnicas ni proezas cinematográficas pero, al menos
por hora y media, estará sentado a la butaca tratando de escuchar a
cada una de las partes defendiendo (y porque no manipulando) su propia
verdad. Y cada una de las partes tienen un excelente soporte en los
actores que le ponen el cuerpo a cada uno de los personajes. Estamos
ante una película donde los actores soprenden por sus actuaciones
notables.
Las mejores escenas o mejor dicho unos de sus puntos más altos son
cuando Viola Davis (cuya aparición ilumina la película y eleva el
conflicto a otro terreno) y Meryl Streep (magistral en su papel de
monja ) discuten acerca de lo sucedido con el niño y el cura. Otro
momento es cuando la monja y el Philip Seymour Hoffman discuten/
negocian sobre el conflicto y su resolución. Es aquí donde la verdad
/mentira, lo nuevo/ lo viejo, la (s) duda (s) y lo (s) odio (s) se
ponen a flote y salen a relucir.
¿ Quién gana?
¿ Quién pierde? son preguntas que uno despues de salir de la sala
sigue tratando de preguntarse y que LA DUDA nos dejará presente por un
buen rato.
Así más allá de lo que digan los críticos tan adeptos a las modas y al
snobismo cultural, vaya a verla ya que esta película por más que este
ambientada en los lejanos años 60 está diciéndonos algo sobre nuestro
presente y sobre nuestros comportamientos como seres humanos.
Nos dice cuán viles, cuan malditos podemos ser y como en pos de una
mentira(y no escuchar ni permitir que otros puedan hablar) se
destruyen vidas humanas. Les suena eso?? Es más que actual la
cuestión.
BRILLANTE PELÍCULA. El dudar... uno de los pensamientos más terribles que puede imponerse en el ser humano...
ResponderBorrarPelícula para ver las cuestiones de poder entre un cura y una directora monja sin vocación que finalmente, terminan ambos descubriendo la basura que hay dentro de cada ser humano, y de la cuál nadie está exento.
El que esté libre de pecado... que tire la primera petra...