lunes, 28 de noviembre de 2011

Más allas de las fechas debemos seguir pensando esto.

Para seguir pensando,
reflexionando
en torno a un tema que me parece debe ocuparnos.
Comparto el texto que escribió la ex presidente chilena que puede
ayudarnos a seguir rumiando la cuestión.

La violencia contra mujeres y niñas
Michelle Bachelet


Cuando era niña en Chile, escuché muchas veces un dicho que era común
en esa época: "quien te quiere te aporrea", que significa algo así
como "quien te quiere te trata mal". Esta frase -aceptada entonces sin
muchos cuestionamientos- hoy a todas luces se ha convertido en lo que
verdaderamente es: un silencio cómplice frente a la violación a los
derechos humanos de las mujeres. En sociedades que avanzan
decididamente hacia mayor igualdad, justicia y equidad, la violencia
de género es una amenaza contra la democracia, la paz y la estabilidad
de nuestros países.

Este 25 de noviembre conmemoramos el Día Internacional para Eliminar
la Violencia contra la Mujer. En las últimas décadas hemos sido
testigos de grandes avances: en la actualidad 125 países cuentan con
leyes específicas que penalizan la violencia doméstica, algo
inimaginable hace 20 años. El Consejo de Seguridad ha reconocido la
violencia sexual como táctica de guerra deliberada y planificada. Y el
derecho internacional ha dado pasos sólidos y sin retorno para
condenar y perseguir los delitos de violencia sexual durante y después
de un conflicto. Es cierto que se ha tardado, pero ya no habrá vuelta
atrás en estas conquistas.

Sin embargo, este 25 de noviembre nos encuentra una vez más muy lejos
de nuestros objetivos de lograr que millones de mujeres vivan libres
de discriminación y violencia. Hoy 603 millones de mujeres y niñas
viven en países donde la violencia doméstica aún no es considerada un
delito. Seis de cada diez mujeres han sufrido violencia física y/o
sexual en su vida. La violencia sexual sigue estando presente en
países ya sea en tiempos de paz como en épocas de conflicto. El
feminicidio azota nuestros países a diario, en algunos bajo la más
absoluta impunidad. Más de 60 millones de niñas son obligadas a
contraer matrimonio y 140 millones de niñas y mujeres sufren
mutilación femenina, con todo lo que ello implica para su vida y
salud. Más de 600.000 mujeres y niñas son traficadas a través de las
fronteras cada año, la gran mayoría con fines de explotación sexual.

Y aunque la igualdad entre mujeres y hombres está garantizada en las
constituciones de 139 países y territorios, con demasiada frecuencia a
las mujeres se les niega el acceso expedito a la justicia y a la
protección contra los abusos. La pregunta entonces es: ¿qué más
podemos hacer para enfrentar este flagelo? Existen la información y
los diagnósticos, pero escasean la inversión sostenida y constante y
la voluntad política de los gobiernos nacionales y locales. Es el
momento para que los Gobiernos de todo el mundo asuman su
responsabilidad frente a la violencia contra sus ciudadanas y lo hagan
con acciones concretas, transparentes y compromisos medibles.

Desde ONU Mujeres vamos a reforzar nuestros esfuerzos para colaborar
con los Gobiernos a enfrentar esta tragedia. Propondremos un programa
de acción con 16 medidas concretas enfocadas en la prevención,
protección y previsión de servicios públicos esenciales para proteger
y erradicar la violencia contra las mujeres. Necesitamos de una
postura de tolerancia cero ante la violencia, con la participación
activa de socios poderosos para detener su propagación. Se requiere de
liderazgo, leyes eficaces y una justicia inequívoca para enjuiciar a
los culpables y poner fin a la impunidad.

ONU Mujeres está encabezando una iniciativa global para proporcionar a
las mujeres y las niñas el acceso universal a instancias de apoyo a
las víctimas. Atenciones durante las primeras 24 horas para su
seguridad y la de sus hijos e hijas. Lugares de acogida,
asesoramiento, apoyo psico-social y acceso a la justicia gratuita y
eficaz.

Un papel fundamental tienen los hombres: los líderes, jueces,
empresarios, esposos, compañeros, hijos, hermanos, amigos. Es a través
de la educación, de campañas de sensibilización pública, de programas
y políticas públicas que podremos enfrentar con eficacia esta
realidad. No basta con el empoderamiento de las mujeres, su liderazgo
y decisión. Hay una urgente necesidad de involucrar a todos para
detener, prevenir y tratar la violencia.

ONU Mujeres está trabajando para cumplir con la promesa de la Carta de
las Naciones Unidas sobre la igualdad de derechos de hombres y
mujeres, junto a las agencias del sistema de Naciones Unidas, los
Gobiernos, la sociedad civil, hombres y mujeres. No estamos solos. La
democracia, el futuro de nuestro países, el presente de nuestras
familias, la convivencia de nuestros entornos, la educación de
nuestras comunidades, nuestras economías y la paz del mundo se ven
amenazadas cuando la violencia campea ante nuestros ojos, a vista y
paciencia de todos nosotros, y como sociedad no somos capaces de dar
una respuesta que salve la vida de las mujeres y sus hijos.


y recordar siempre que cuando aparece el golpe, el maltrato desaparece
la razon, el diálogo y el discernimiento.
Tratemos de empezar por las pequeñas acciones entre todos para que no
tengamos más víctimas inocentes.

Y que sea un buen feriado para todos..

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